Las estanterías compactas son la mejor opción para maximizar espacio y eficiencia en su almacén. Descubra sus ventajas con Jungheinrich.
En la logística actual, cada metro cuadrado cuenta. Los almacenes se enfrentan al reto constante de almacenar más productos en menos espacio, sin sacrificar eficiencia ni seguridad. Por eso, las estanterías compactas se han convertido en una solución clave. Gracias a su diseño, permiten aprovechar al máximo el espacio disponible y mejorar los flujos de trabajo. Y esto se traduce en mayor productividad y reducción de costes operativos.
Son estructuras diseñadas para almacenar palets de forma continua, eliminando la necesidad de pasillos intermedios. A diferencia de las convencionales, concentran un gran volumen de mercancías en superficies reducidas, tanto en planta como en altura. Este sistema es ideal para productos homogéneos y de rotación baja o media.
Sus diferencias con los sistemas tradicionales son varias. Por un lado, tienen mayor capacidad superior (concentran más palets por metro cuadrado). Por otro, constan de más eficiencia operativa, porque disminuyen los recorridos de carretillas. Además, tienen un diseño adaptable (se ajustan a diferentes tipos de mercancías).
Las empresas que implementan estas estanterías obtienen beneficios directos y medibles. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
En cuanto a los modelos, existen dos configuraciones principales, cada una con aplicaciones específicas. Le contamos cuáles son y cuándo conviene elegir cada una de ellas:
La decisión entre elegir estanterías drive-in o drive-through depende de la naturaleza del producto que se quiere almacenar y del flujo logístico de la empresa. El modelo drive-in es recomendable para mercancías homogéneas y de almacenamiento prolongado. El drive-through es ideal para productos perecederos que requieren un control estricto de rotación. Y ambos sistemas pueden coexistir en un mismo almacén para maximizar la flexibilidad.
Las estanterías se adaptan a diversas industrias que buscan almacenamiento intensivo. En el sector de alimentación y bebidas, para productos refrigerados o congelados. Por otro lado, en la industria farmacéutica, para medicamentos que exigen trazabilidad. En automoción, para piezas metálicas pesadas y homogéneas. Y en retail y distribución mayorista, para grandes volúmenes de mercancías con baja rotación. Y en logística en frío, para la optimización del espacio en cámaras frigoríficas.
Las estanterías compactas no solo son útiles para el almacenamiento tradicional: también en la logística inversa. Cada vez más empresas deben gestionar devoluciones de sus productos, embalajes retornables o mercancías defectuosas.
Este tipo de estanterías permite concentrar dichos artículos en espacios reducidos, manteniendo el orden. Al destinar módulos específicos para devoluciones, se facilita su clasificación y se reduce el tiempo de manipulación.
En definitiva, estas contribuyen a que la logística inversa sea más ágil, económica y sostenible.
Las estanterías compactas se integran con el resto de la operación del almacén. Funcionan con carretillas elevadoras diseñadas para pasillos estrechos, sistemas semiautomáticos e incluso soluciones completamente automatizadas.
Gracias a esta compatibilidad, se mejora la fluidez en el movimiento de mercancías, se reducen tiempos de preparación de pedidos y se mejora la seguridad del personal.
Uno de los argumentos más sólidos a favor de las estanterías compactas es el ahorro económico. Al aumentar la densidad de almacenamiento, se reduce la necesidad de invertir en ampliaciones o alquiler de nuevos almacenes.
La disposición compacta también implica recorridos más cortos para las carretillas, lo que disminuye el consumo energético (con su correspondiente impacto ambiental) y costes asociados a mano de obra. A medio plazo, estas ventajas representan un retorno de inversión significativo.
Aunque tienen funciones diferentes, las estanterías compactas y las estanterías modulares pueden complementarse en un mismo almacén. Mientras que las compactas maximizan el espacio para productos homogéneos, las modulares aportan flexibilidad para referencias diversas y de distinta rotación. Y la combinación de ambas permite una gestión de inventario integral y equilibrada.
Con más de siete décadas de experiencia en intralogística, Jungheinrich ofrece soluciones personalizadas que responden a los retos actuales de almacenamiento. Sus estanterías destacan por utilizar materiales de alta calidad y resistencia. También por tener diseños adaptados a distintos sectores. Y por su compatibilidad con carretillas y equipos propios. Además, Jungheinrich ofrece asesoría experta en planificación y ejecución de proyectos.
Las estanterías compactas representan una alternativa inteligente para multiplicar la capacidad de almacenamiento sin necesidad de ampliar la superficie disponible. Su capacidad de integración, versatilidad sectorial y ahorro de costes las convierten en una inversión estratégica.
En un mercado cada vez más competitivo, donde la eficiencia define el éxito, este tipo de sistemas se posiciona como la mejor opción para garantizar operaciones logísticas ágiles, seguras y sostenibles.